Hay un lugar, dónde el pasado se hace presente para invitarnos a “viajar” varios millones de años atrás. Cuando la Cordillera de los Andes comienza a elevarse hasta alcanzar
los 6.500 mts., en nuestro territorio, comienza a formarse, la única sierra de origen
volcánico, un extenso macizo de 50
km., que al enfriarse el magma da origen a la Sierra de las Animas.
Fue refugio de la nación
charrúa, y debe su nombre a la presencia de "animas", los fuegos fatuos, (fosforados que
despiden los huesos), también llamados "luz mala", de los indígenas caídos a manos de enemigos. Hacia el año 1400, fue centro de grandes núcleos indígenas.
En el año 1516 se descubre el puerto de la Candelaria (Puerto de Punta del Este), ya entrado el año 1600 comienza a florecer el Departamento de Maldonado,
los piratas
encuentran en las costas del Arroyo Solís Grande un buen escondite.
En 1785
fue atalaya de los españoles por temor de que los
contrarios a la corona intentarán apoderarse de las provincias.
El camino que la cruza se llama
Camino Real ya que por el, transitaba el Virrey por mas seguridad.
Se dice que en la piedra del Ex Mirador Nacional en Cerro de
las Animas, nuestro Prócer, el Gral. José Gervasio Artigas, fue participe de un hito muy importante para nuestra historia
ya que en sus primeras acciones como blandengue fue encender el fuego que dio aviso al Cerro de Montevideo de las invasiones
portuguesas.
Corría 1800 y Francisco Aguilar empieza a modelar una Punta del Este, que finalmente de la mano de Don Antonio Lussich, en el 1900, se transforma en el mayor “boom” turístico de Sudamérica. Hoy Maldonado es tierra de progreso, de un futuro inimaginable; la calidez de su clima, de su gente, paisajes increíbles, playas paradisíacas y una
vía de acceso a escala del año en que vivimos hacen del Maldonado de hoy una verdadera aventura.
Lugar privilegiado históricamente, biológicamente y por sobre
todo geográficamente.
En el año 1832 aprox., la Sierra de Las Animas se muestra plena, engalanada, para recibir a un ilustre visitante, Sir Charles
Darwin, reconociendo montículos de piedras que atribuyo a construcciones indígenas y realizando el relevamiento de su flora y fauna. Pasó el tiempo y este lugar siguió llamando la atención de investigadores, aventureros y
naturistas.
En 1930 en celebración de los 100 años de la Jura de la Constitución se denominó al Cerro de la Animas, Mirador
Nacional ya que se erigió un mástil de 35 mts. de altura, que portaba el Pabellón Nacional, este duplicaba en tamaño al
existente en la Plaza de la Bandera en Montevideo. Fue el mástil mas
alto de Sudamérica. Hoy solo quedan
vestigios, ya que el tiempo, el clima y la acción de los visitantes (haciendo fogatas con la madera que quedaba), han
hecho desaparecer todo rastro del mástil, solo queda, tallado en la piedra, el cuartito donde se guardaba la bandera, la
escalera que levaba al mástil y el basamento del mismo. Además de algunas otras construcciones en piedra de
contención.

(clickeá es imperdible)
"Ah!!, vengan aquí, los amantes de las perspectivas únicas,
los enamorados de las cumbres y de los despeñaderos, los que sueñan con selvas y montañas, con todos los
esplendores de la naturaleza. ¡Vengan cuantos ignoran nuestra tierra, los que viven ilusionados con las bellezas de
otros países! Aquí hallarán maravillas para satisfacer el espíritu mas exigente."
Ref.: Autores varios. Biblioteca Nacional

Queremos seguir sumando datos históricos Para esto
te invitamos a participar de esta recopilación aportando datos bibliográficos donde hable sobre el protagonismo de la Sierra
de las Animas en nuestra historia, agradeceremos tu participación, mencionándola en la presente página.

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